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Tipos de ejercicios y sus beneficios
Ejercicio anaeróbico (resistencia)
Los anaeróbicos son ejercicios breves y de alta intensidad que trabajan los músculos de forma particular. Este tipo de entrenamiento ayuda a mejorar tu postura y darle a tu cuerpo una apariencia más tonificada. El entrenamiento de fortalecimiento involucra el movimiento de tus músculos contra algún tipo de resistencia, por eso también es conocido como entrenamiento de resistencia.
Los ejercicios de fuerza y resistencia más conocidos son los que se pueden realizar en el gimnasio. Puedes usar bandas elásticas, pesas libres (tales como mancuernas), máquinas para levantar pesas o simplemente el propio peso de tu cuerpo.
Procura realizar algún tipo de ejercicio o entrenamiento de fortalecimiento dos o tres veces por semana y trabaja todos los grupos principales de músculos en el cuerpo. Recuerda levantar el peso que puedas controlar, así como tu postura para no lastimarte.
Ejercicio Flexibilidad
Los ejercicios de flexibilidad están basados en movimientos de estiramiento y relajación de músculos y articulaciones, lo que aumenta su capacidad de movimiento y adaptación. Son un buen complemento para los tipos de ejercicios anteriores, ya que es necesario un calentamiento previo de los músculos y articulaciones y un estiramiento posterior para mantenerlos en forma y evitar lesiones.
El yoga, el pilates y el tai-chi, son ejercicios que se centran en la flexibilidad del cuerpo. Relajas y estiras tu cuerpo en distintas posiciones y luego las mantienes mientras te concentras en tu respiración. Es posible que te sorprenda cuánto pueden aumentar tu flexibilidad y fortaleza, además, te ayudarán a relajarte y a mejorar tu circulación, equilibrio y postura.
Ejercicio aeróbico
Un entrenamiento aeróbico es cualquier actividad con muy buen nivel de oxigenación, eleva tu frecuencia cardíaca y te deja levemente sin aliento. No sólo mantiene tu corazón, pulmones y vasos sanguíneos saludables, sino que también mejora el nivel de tu estado físico. Mejoran de forma notable el sistema cardiovascular, reduciendo la mortalidad por accidente cardiaco, por lo que comúnmente los llamamos «cardio».
Es importante empezar con un calentamiento suave antes de realizar la actividad de intensidad moderada, adaptada siempre a nuestras condiciones físicas particulares. Asimismo, es necesario un estiramiento posterior al ejercicio. Si tenemos problemas de corazón, hipertensión, sobrepeso, diabetes, somos fumadores o tenemos cierta edad, es necesario consultar con un entrenador o un médico para adaptar el ejercicio a nuestras capacidades.
Los ejercicios aeróbicos más comunes son caminar, correr, nadar, ir en bici, jugar al fútbol, bailar, esquiar, etc. También podemos realizarlos en algunos aparatos específicos del gimnasio, y en clases monitorizadas como steps o zumba.